17 mar 2011

Esperar

Bien hoy después de mucho tiempo resultó ser un día especial, hasta este momento (14:31 hrs) no he sentido dolor en mi rodilla, después de tantas semanas al fin tuve un día así. Creo que ya había olvidado esta sensación de estabilidad, tranquilidad y movilidad.

Claro, esto simplemente me hace pensar que algo comienza a funcionar bien, de igual modo debo recordar lo que recién me dijo el doctor "el dolor de meniscos va y viene, se hace más presente en algunas situaciones y posiciones, pero por favor aún cuando tengas un par de días sin dolor alguno no dejes de cuidarte y esperar".

Esperar...

A veces cuando se ve esa palabra se siente tan fácil, algo muy cotidiano y sencillo, como sentarse, escuchar música, leer un libro, tomar un café y esperar a que el tiempo pase y las manecillas del reloj hagan lo suyo, claro... esperar..

Y es que simplemente para mi esa palabra se ha vuelto tan tediosa, pesada, como una ola cayendo sobre mí una y otra vez. En ocasiones simplemente me dan ganas de nadar con todas mis fuerzas y librarme de esa ola... y cada vez me tengo que repetir con insistencia "espera, ya falta poco, aguarda y tu espera será recompensada"

Ayer por fin logré moverme, me sentía tan libre y feliz, no podía, ni quería usar mi pierna demasiado pero una de las ventajas de estar en tubos es que tus manos y brazos pueden servirte de sostén, de manivela, de timón, pueden llevarte y traerte de vuelta, pueden hacerte girar o levantar el vuelo, pueden deslizarse y posarse casi sobre cualquier área... ayer simplemente atraparon y sujetaron los sueños, los anhelos y todos esos sentimientos que parecen escaparse de vez en vez por mi rodilla.

Ayer recordé algo que quizás descansaba en el fondo de mí "no es el cuerpo, no son las manos, las piernas o los pies lo que te mueve, en realidad lo que nos hace movernos es el espíritu que quiere ser libre, que quiere volar, es en realidad el espíritu quien se hace presente y nos jala y nos empuja a tantas direcciones como sea posible y es el cuerpo entonces, su cubierta que ha de desplazarse para no perderse de ese espíritu, siempre inquieto siempre creciente"

Y yo hoy más que nunca no quiero perderme de eso

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